Cuando llegue a casa de la abuela estaban todos hablando tranquilamente, al rededor de la mesa del salón, cuando entramos nos saludamos como una gran familia, me dirigí a la cocina y le dije a mi abuela,- ¿quieres que te ayude en algo?, ella respondió, - si hijo, pon lo que falte en la mesa. Una vez que acabé de poner la mesa, me senté en una de las sillas situada al rededor de la mesa. Veía como los niños jugaban y los adultos conversaban, yo tranquilamente seguía bebiendo mi copita de refresco, cuando de pronto la abuela dijo, - ¡vamos, venga todos a cenar!, aver quien come más. De pronto la gente empezó a sentarse y a sacar la comida de la cocina para situarla en la mesa. Cuando acabamos de cenar entre todos, recogimos un poco la mesa y después me senté en el sillón mientras jugaba con mi teléfono, de pronto cuando todo estaba tranquilo se oyó unos ruidos como estruendos en el tejado, a la vez que se oía ese ruido una sombra paso corriendo por delante de la puerta, todos nos percatamos, los niños se asustaron un poco mientras alzaban sus manos a su boca para taparla en señal de asombro pero los adultos reían. Cuando paso algo menos de 1 minuto se oyó una campana, todos los niños se pusieron en pie, al momento un saco muy grande bajaba desde el tejado agarrado de nada, cuando este cayó todos salimos y miramos al cielo, de pronto se vio un grande carrusel despegando en dirección norte, una luz roja alumbraba su camino mientras sonaba la campana y se oía el típico, ¡ho! ¡ho! ¡ho!, nos quedamos asombrados, cuando desapareció corrimos al saco y sacamos todos los regalos.
(Feliz navidad)